A través de su obra, Roher explora principalmente el misterio del paso del tiempo y sus implicaciones estéticas. Su quehacer artístico se nutre de influencias diversas —arte rupestre, culturas mesoamericanas, impresionismo, expresionismo alemán y arte moderno— y se manifiesta como una orgullosa expresión de su identidad mexicana: su cultura, colores y gente, invitando constantemente a la reflexión sobre la existencia. Roher ha exhibido su trabajo en Nueva York, así como en múltiples espacios culturales y galerías en Ciudad de México, Oaxaca y San Miguel de Allende. Su presencia internacional es notable, con obras suyas formando parte de colecciones en países como Inglaterra, Estados Unidos, Francia, Alemania, España, Suecia, Finlandia, Colombia y Chile.